lunes, 1 de octubre de 2012

Giuseppe Ungaretti
Uno de los más grandes poetas contemporáneos, nació de padres italianos en Alejandría de Egipto, en 1888. Su poesía es un perpetuo intento por develar el misterio que rodea a la existencia (“…el misterio existe y está en nosotros…y con el misterio…el mundo terrestre considerado como una invención continua del hombre…”) a través de las imágenes y de los símbolos que la palabra ciñe (“…tornar visible y hacer arder sobre ella misma, en un relámpago, toda la memoria humana…”).
Sus libros, La alegría (1914-1919), Sentimiento del tiempo (1919-1935), Poesías dispersas (1915-1927), El dolor (1937-1946): en algunas de cuyas páginas se trasunta la terrible experiencia de la muerte de su pequeño hijo, La Tierra prometida (1935-1953), Un grito y paisajes (1933-1953) y poemas posteriores (hasta 1960), fueron luego recopilados por el propio Ungaretti en un libro final que llamó Vida de un hombre (Vita d´un uomo). De esta recopilación, publicada por Arnaldo Mondadori Editore (XI, ristampa, Milano, 1979) hemos tomado este bellísimo poema: Los ríos (i fiumi), correspondiente al primero de sus libros, en el que el poeta rememora al Isonzo, al Serchio, al Nilo y al Sena como cuatro momentos de nostalgia intensamente suyos.

Los Ríos
Me aferro a este árbol mutilado
abandonado en este declive
que tiene la languidez de un circo
antes o después del espectáculo
y miro
el paisaje quieto
de las nubes sobre la luna.
esta mañana me he distendido
en una urna de agua
y como una reliquia
he reposado.
El Isonzo derivando
me pulía
como a una piedra suya.
He arrojado arriba
mis cuatro huesos
y me he ido
como un acróbata
sobre el agua.
Me he arrodillado
junto a mis ropas
sucias de guerra
y como un beduino
me he inclinado a recibir
el sol.
Este es el Isonzo
donde mejor
me he reconocido
una dócil fibra
del universo.  
Mi suplicio
es cuando
no me creo
en armonía.
Pero aquellas ocultas
manos
que me juntan con el agua
me regalan
la rara
felicidad.
He repasado
las épocas
de mi vida
Estos son
mis ríos
           
Este es el Serchio
al cual están unidos
dos mil años casi
de mi gente campesina
y mi padre y mi madre
Este es el Nilo
que me ha visto
nacer y crecer
y arder de inconsciencia
en las extensas llanuras.
Este es el Sena
y en aquella turbulencia suya
me he mezclado
y me he conocido.
Estos son mis ríos,
reunidos en el Isonzo
Esta es mi nostalgia
que en cada uno
me transparenta
ahora que es de noche
que mi vida me parece
una corola
de tinieblas.