lunes, 30 de septiembre de 2013

Conrado Nalé Roxlo

Fue sin duda uno de los grandes poetas argentinos contemporáneos. Y si bien su obra ha sido múltiple y polifacética – ha comprendido piezas teatrales como “La cola de la sirena” (1941); novelas como “Extraño accidente” (1960); cuentos para niños; relatos humorísticos; y esa maravillosa (e imprecisable en su género) creación de sus antologías apócrifas- lo cierto es que su existir se ha revelado, intensamente, con esa luz creadora y guardadora del ser que desde su etimología define a lo poético.

Nalé Roxlo ha sido un hombre lleno de búsquedas: un viajero infatigable en el territorio de los hombres, tratando de descubrir, desde el atisbo de la palabra o desde el confín del sueño, el inefable misterio de la existencia.

Sus tres inolvidables libros de poemas: “El grillo”, “Claro desvelo”, y “De otro cielo”, revelan, precisamente, los nítidos perfiles de esa preocupación existencial.

De los muchos y bellísimos temas que en ellos se contienen hemos escogido este delicado soneto en el que la perspectiva dialógica se revela en el dolor de la pérdida y la ausencia, en un paisaje lúdico colmado de sugerencias y preguntas.

El soneto pertenece al libro “De otro cielo” y fue publicado en Buenos Aires en 1952.



La Sirena

Va la sirena muerta por el río
con una flecha al corazón clavada
y desde la ribera desolada
mis lágrimas la siguen por el río.

Mía no fue pero fue un sueño mío.
¿Quién la devuelve al mar asesinada?
¿Por qué pasa ante mi muerta y dorada?
¿Dónde perdió su corazón y el mío?

¿En qué arrecife de coral distante
irá a encallar su frágil hermosura?
Con ella encallará mi sueño amante.

Y del dardo mortal la pluma oscura
indicará en la tarde al navegante
que allí tiene la mar más amargura.