Soledad del poeta
-Mira las estrellas reflejándose en el río, le dije:
pero el viento del norte agitó las aguas y las disipó.
-Mira cómo se recortan las ramas de los pinos en
la noche:
pero las ramas se movían, y se quebraban, y se
hundían en las tinieblas.
-Mira mis ojos, le supliqué entonces:
pero mis ojos eran chatos, y feos, y turbios de greda,
greda negra, brotando, revolviéndose; greda circular
y húmeda.
Los cubrí violento con mis manos,
y lloré, lloré solo,
abrazado a una raíz en la tierra.
(Introducción a la soledad. Ed. Vinciguerra, 2009)